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The issue of honour
CASANDRA
[...]
porque cuando yo quisiera, Honour residing in women
fingiendo alguna invención,
volver a Mantua, estoy cierta 595
que me matara mi padre,
y por toda Italia fuera
fábula mi desatino;
(Act I)
FEDERICO.
Al que se ha de casar le da cuidado
el galán que ha servido y aun enojos,
que es escribir sobre papel borrado. 1170
DUQUE.
Si andan los hombres a mirar antojos,
encierren en castillos las mujeres
desde que nacen, contra tantos ojos;
que el más puro cristal, si verte quieres,
se mancha del aliento; mas ¿qué importa 1175
si del mirar escrupuloso eres?
Pues luego que se limpia y se reporta,
tan claro queda como estaba de antes.
FEDERICO.
Muy bien tu ingenio y tu valor me exhorta.
Señor, cuando centellas rutilantes 1180
escupe alguna fragua, y el que fragua
quiere apagar las llamas resonantes,
moja las brasas de la ardiente fragua;
pero rebeldes ellas, crecen luego,
y arde el fuego voraz lamiendo el agua. 1185
Así un marido del amante ciego
tiempla el deseo y la primera llama;
pero puede volver más vivo el fuego;
y así debo temerme de quien ama,
que no quiero ser agua que le aumente, 1190
dando fuego a mi honor y humo a mi fama.
DUQUE.
Muy necio, Conde, estás, y impertinente:
hablas de Aurora cual si noche fuera,
con bárbaro lenguaje y indecente.
FEDERICO. Espera.
DUQUE. ¿Para qué?
FEDERICO. Señor, espera. 1195
(Vase.)
(Acto II)
CASANDRA.
[ ] que no ha dado
El cielo el llanto a los hombres,
sino el ánimo gallardo.
naturaleza el llorar
vinculó por mayorazgo
en las mujeres, a quien,
aunque hay valor, faltan manos;
o en los hombres, que una vez
sólo pueden, y es en caso
de haber perdido el honor,
mientras vengan el agravio. 1435
(Acto II)
MARQUÉS
que si se arroja en el mar,
con el dolor insufrible
de los hijos que le quitan
los cazadores, el tigre,
cuando no puede alcanzarlos, 2125
¿qué hará el ferrares Aquiles
por el honor y la fama?
¿Cómo quieres que se limpie
tan fea mancha sin sangre,
(Acto III)
¡O traidor hijo! ¿Si ha sido
verdad? Porque yo no creo
que emprenda caso tan feo
hombre de otro hombre nacido. 2525
Pero si me has ofendido,
o si el cielo me otorgara
que después que te matara,
de nuevo a hacerte volviera,
pues tantas muertes te diera 2530
cuantas veces te engendrara.
¡Qué deslealtad! ¡Qué violencia!
¡O ausencia, qué bien se dijo
que aun un padre de su hijo
no tiene segura ausencia! 2535
¿Cómo sabré con prudencia
verdad que no me disfame
con los testigos que llame?
Ni así la podré saber,
porque ¿quién ha de querer 2540
decir verdad tan infame?
¿Mas de qué sirve informarme?
Pues esto no se dijera
de un hijo, cuando no fuera
verdad que pudo infamarme. 2545
Castigarle no es vengarme,
ni se venga el que castiga,
ni esto a información me obliga;
que mal que el honor estraga,
no es menester que se haga, 2550
porque basta que se diga.
(Acto III)
DUQUE
No sé cómo he podido
mirar, Conde traidor, tu infame cara.
¡Qué libre! ¡Qué fingido
con la invención de Aurora se repara, 2615
para que yo no entienda
que puede ser posible que me ofenda!
Lo que más me asegura
es ver con el cuidado y diligencia
que a Casandra murmura 2620
que le ha tratado mal en esta ausencia;
que piensan los delitos
que callan cuando están hablando a gritos.
De que la llame madre
se corre, y dice bien, pues es su amiga 2625
la mujer de su padre,
y no es justo que ya madre se diga;
pero yo, ¿cómo creo
con tal facilidad caso tan feo?
¿No puede un enemigo 2630
del Conde haber tan gran traición forjado,
porque con su castigo,
sabiendo mi valor, quede vengado?
Ya de haberlo creído,
si no estoy castigado, estoy corrido. 2635
(ACTO III)
Si
aguanto de mármol soy.
¿Qué
esperáis, desdichas mías?.
Sin tormento han confesado, 2740
pero
sin tormento no,
que claro
está que soy yo
a quien
el tormento han dado.
No es
menester más testigo;
confesaron
de una vez; 2745
prevenid,
pues sois juez,
honra,
sentencia y castigo;
pero tal suerte sea
que no
se infame mi nombre;
que en
público siempre a un hombre 2750
queda
alguna cosa fea.
Y no es bien que hombre nacido
sepa
que yo estoy sin honra,
siendo
enterrar la deshonra
como no
haberla tenido. 2755
Que aunque parece defensa
de la
honra el desagravio,
no deja
de ser agravio
cuando
se sabe la ofensa.
(III.2739-2759)
DUQUE.
[
]
¡Ay,
honor, fiero enemigo!
¿Quién
fue el primero que dio
tu ley
al mundo? ¿y que fuese
mujer
quien en sí tuviese
tu
valor, y el hombre no? 2815
Pues
sin culpa el más honrado
te
puede perder, honor,
bárbaro
legislador
fue tu
inventor, no letrado.
Mas
dejarla entre nosotros 2820
muestra
que fuiste ofendido,
pues
ésta invención ha sido
para
que lo fuesen otros.
[
]
(ACTO III)
DUQUE.
Cielos,
hoy se
ha de ver en mi casa 2835
no más
de vuestro castigo.
Alzad la divina vara.
No es venganza de mi agravio,
que yo no quiero tomarla
en vuestra ofensa, y de un hijo 2840
ya fuera bárbara hazaña.
Éste ha de ser un castigo
vuestro no más, porque valga
para que perdone el cielo
el rigor por la templanza. 2845
Seré padre y no marido,
dando la justicia santa
a un pecado sin vergüenza
un castigo sin venganza.
Esto disponen las leyes 2850
del honor, y que no haya
publicidad en mi afrenta
con que se doble mi infamia. 2855
Quien en público castiga
dos veces su honor infama;
pues después que le ha perdido,
por el mundo le dilata.
La infame Casandra dejo
de pies y manos atada,
[ ]
(ACTO III)
Esto aun pudiera, ofendida,
sufrir la piedad humana;
pero dar la muerte a un hijo,
¿qué corazón no desmaya?
Sólo de pensarlo, ¡ay triste!, 2870
tiembla el cuerpo, espira el alma,
lloran los ojos, la sangre
muere en las venas heladas;
el pecho se desalienta,
el entendimiento falta, 2875
la memoria está corrida
y la voluntad turbada;
como arroyo que detiene
el hielo de noche larga.
Del corazón a la boca 2880
prende el dolor las palabras.
¿Qué quieres, amor? ¿No ves
que Dios a los hijos manda
honrar los padres, y el Conde
su mandamiento quebranta? 2885
Déjame, amor, que castigue
a quien las leyes sagradas
contra su padre desprecia,
pues tengo por cosa clara
que si hoy me quita la honra, 2890
la vida podrá mañana.
Cincuenta mató Artaxerxes
con menos causa, y la espada
de Dario, Torcato y Bruto
ejecutó sin venganza 2895
las leyes de la justicia.
Perdona, amor, no deshagas
el derecho del castigo,
cuando el honor, en la sala
de la razón presidiendo, 2900
quiere sentenciar la causa.
El fiscal verdad le ha puesto
la acusación, y está clara
la culpa; que ojos y oídos
juraron en la probanza. 2905
Amor y sangre, abogados
le defienden; mas no basta,
que la infamia y la vergüenza
son de la parte contraria.
La ley de Dios, cuando menos, 2910
es quien la culpa relata,
su conciencia quien la escribe.
Pues ¿para qué me acobardas?
(ACTO III)
MARQUÉS.
¡Muera!
FEDERICO.
¡O padre! ¿Por qué me matan?
DUQUE. En el tribunal de Dios,
traidor, te dirán la causa.
Tú, Aurora, con este ejemplo, 3000
parte con Carlos a Mantua,
que él te merece, y yo gusto.
(ACTO III)
MARQUÉS. Ya
queda muerto el Conde.
DUQUE. En tanta
desdicha, aun quieren los ojos 3010
verle muerto con Casandra.
(Descrúbrales.)
MARQUÉS.
Vuelve a mirar el castigo
sin venganza.
DUQUE. No es tomarla
el castigar la justicia.
Llanto sobra, y valor falta; 3015
pagó la maldad que hizo
por heredarme.
(ACTO III)
The
Dukess faulty character:
CINTIA. Ricardo, si el mes pasado
lo que agora me dijeras
del Duque, me persuadieras 95
que a mis puertas ha llegado;
pues toda su mocedad
ha vivido indignamente,
fábula siendo a la gente su viciosa libertad. 100
Y como no se ha casado
por vivir más a su gusto,
sin mirar que fuera injusto
ser de un bastardo heredado,
aunque es mozo de valor 105
Federico, yo creyera
que el Duque a verme viniera;
mas ya que como señor
se ha venido a recoger,
y de casar concertado, 110
su hijo a Mantua ha enviado
por Casandra, su mujer,
no es posible que ande haciendo
locuras de noche ya,
cuando esperándola está 115
y su entrada previniendo;
que si en Federico fuera
libertad, ¿qué fuera en él?
Y si tú fueras fiel,
aunque él ocasión te diera, 120
no anduvieras atrevido
deslustrando su valor;
que ya el Duque, tu señor,
está acostado y dormido,
y así cierro la ventana; 125
que ya sé que fue invención
para hallar conversación.
Adiós, y vuelve mañana.
¡A buena casa de gusto
me has traído!
Yo, señor, 130
¿qué culpa tengo?
DUQUE.
Quien escucha, oye su daño:
(...)
Yo confieso que he
vivido 165
libremente, y sin
casarme,
por no querer
sujetarme,
y que también parte
ha sido
pensar que me
heredaría
Federico, aunque
bastardo (...)
DUQUE.
[...]
Basta que oí del papel
de aquella primera dama
el estado de mi fama;
bien claro me hablaba en él.
¿Que escuche me persuades 230
la segunda? Pues no ignores
que no quieren los señores
oír tan claras verdades.
CASANDRA.
No hay altezas con tristeza,
y más si bajezas son.
Más quisiera, y con razón,
ser una ruda villana
que me hallara la mañana 1000
al lado de un labrador,
que desprecio de un señor,
en oro, púrpura y grana.
¡Pluguiera a Dios que naciera
bajamente, pues hallara 1005
quien lo que soy estimara,
y a mi amor correspondiera!
En aquella humilde esfera,
como en las camas reales,
se gozan contentos tales, 1010
que no los crece el valor,
si los efetos de amor
son en las noches iguales.
No los halla a dos casados
el sol por las vidrieras 1015
de cristal, a las primeras
luces del alba, abrazados
com más gusto, ni en dorados
techos más descanso halló
que tal vez su rayo entró 1020
del aurora a los principios,
por mal ajustados ripios,
y un alma en dos cuerpos vio.
Dichosa la que no siente
un desprecio autorizado, 1025
y se levante del lado
de su esposo alegremente;
la que en la primera fuente
ira y lava, ¡o cosa rara!
con las dos manos la cara, 1030
y no en llanto, cuando fue
mujer de un hombre sin fe,
con ser Duque de Ferrara.
Sola una noche le vi
en mis brazos en un mes, 1035
y muchos le vi después
que no quiso verme a mí.
Pero de que viva ansí
¿cómo me puedo quejar,
pues que me pudo enseñar 1040
la fama que quien vivía
tan mal, no se enmendaría,
aunque mudase lugar?
Que venga un hombre a su casa,
cuando viene al mundo el día, 1045
que viva a su fantasía,
por libertad de hombre pasa.
¿Quién puede ponerle tasa?
Pero que con tal desprecio
trate una mujer de precio, 1050
de que es casado olvidado,
o quiere ser desdichado
o tiene mucho de necio.
El Duque debe de ser
de aquellos cuya opinión, 1055
en tomando posesión,
quieren en casa tener
como alhaja la mujer,
para adorno, lustre y gala,
silla o escritorio en sala; 1060
y es término que condeno,
porque con marido bueno,
¿cuándo se vio mujer mala?
La mujer de honesto trato
viene para ser mujer 1065
a su casa, que no a ser
silla, escritorio o retrato.
Basta ser un hombre ingrato,
sin que sea descortés;
y es mejor, si causa es 1070
de algún pensamiento extraño,
no dar ocasión al daño,
que remediarle después.
LUCRECIA.
Tu discurso me ha causado
lástima y admiración; 1075
que tan grande sinrazón
puede ponerte en cuidado.
¿Quién pensara que casado
fuera el Duque tan vicioso,
o que no siendo amoroso, 1080
cortés, como dices, fuera,
con que tu pecho estuviera
para el agravio animoso?
En materia de galán
puédese picar con celos, 1085
y dar algunos desvelos
cuando dormidos están:
el desdén, el ademán,
la risa con quien pasó,
alabar al que la habló, 1090
con que despierta el dormido;
pero celos a marido,
¿quién en el mundo los dio?
¿Hale escrito vuestra Alteza
a su padre estos enojos? 1095
CASANDRA.
No, Lucrecia, que mis ojos
sólo saben mi tristeza.
LUCRECIA.
Conforme a naturaleza
y a la razón, mejor fuera
que el Conde te mereciera, 1100
y que contigo casado,
asegurando su estado,
su nieto le sucediera.
(Act II)
FEDERICO.
Poca experiencia de mi pecho tienen;
neciamente me juzgan agraviado,
pues sin causa ofendido me previenen.
Ellos saben que nunca reprobado 1150
tu casamiento de mi voto ha sido;
antes por tu sosiego deseado.
DUQUE. Así lo creo, y siempre lo he creído,
y esa obediencia, Federico, pago
con estar de casarme arrepentido.
(Acto II)
FEDERICO.
De suerte que lo que pienso
de tu tristeza y recato,
es porque el Duque tu padre
se casó conmigo, dando 1335
por ya perdida tu acción,
a la luz del primer parto,
que a sus estados tenías,
y siendo así que yo causo
tu desasosiego y pena, 1340
desde aquí te desengaño
que puedes estar seguro
de que no tendrás hermanos,
porque el Duque solamente
por cumplir con sus vasallos 1345
este casamiento ha hecho;
que sus viciosos regalos,
por no les dar otro nombre,
apenas el breve espacio
de una noche, que a su cuenta 1350
fue cifra de muchos años,
mis brazos le permitieron;
que a los deleites pasados
ha vuelto con mayor furia,
roto el freno de mis brazos. 1355
Como se suelta al estruendo
un arrogante caballo
del alambor (porque quiero
usar de término casto),
que del bordado jaez 1360
va sembrando los pedazos,
allí las piezas del freno
vertiendo espumosos rayos
allí la barba y la rienda,
allí las cintas y lazos; 1365
así el Duque, la obediencia
rota al matrimonio santo,
va por mujercillas viles
pedazos de honor sembrando.
Allí se deja la fama, 1370
allí los laureles y arcos,
los títulos y los nombres
de sus ascendientes claros,
allí el valor, la salud,
y el tiempo tan mal gastado, 1375
haciendo las noches días
en estos indignos pasos,
con que sabrás cuan seguro
estás de heredar su estado;
o escribiendo yo a mi padre 1380
que es más que esposo tirano,
para que me saque libre
del Argel de su palacio,
si no anticipa la muerte
breve fin a tantos daños. 1385
FEDERICO. Comenzando vuestra Alteza
riñéndome, acaba en llanto
(Acto II)
CASANDRA.
No más, necia confusión.
Salid, cielo, a la defensa,
aunque no yerra quien piensa,
porque en el mundo no hubiera
hombre con honra si fuera 1580
ofensa pensar la ofensa.
Hasta agora no han errado
ni mi honor, ni mi sentido,
porque lo que he consentido
ha sido un error pintado. 1585
Consentir lo imaginado,
para con Dios es error
mas no para el deshonor;
que diferencian intentos
el ver Dios los pensamientos 1590
y no los ver el honor.
(ACTO III)
¡O fieras letras, villanas!
Pero diréisme que sepa
que no hay maldad que no quepa
en las flaquezas humanas. 2505
De las iras soberanas
debe de ser permisión.
Ésta fue la maldición
que a David le dio Natán;
la misma pena me dan, 2510
y es Federico Absalón.
Pero mayor viene a ser,
cielo, si así me castigas;
que aquéllas eran amigas,
y Casandra es mi mujer. 2515
El vicioso proceder
de las mocedades mías
trujo el castigo, y los días
de mi tormento, aunque fue
sin gozar a Bersabé, 2520
ni quitar la vida a Urías.
DUQUE
No es tomarla
el castigar la justicia.
Llanto sobra, y valor falta; 3015
pagó la maldad que hizo
por heredarme.
(ACTO III)
(FEDERICO sale con CASANDRA en los brazos.)
FEDERICO. Hasta poneros aquí, 340
los brazos me dan licencia.
CASANDRA. Agradezco, caballero,
vuestra mucha gentileza.
FEDERICO. Y yo a mi buena fortuna
traerme por esta selva, 345
casi fuera de camino.
CASANDRA. ¿Qué gente, señor, es ésta?
Dicha ha sido haber errado
el camino que seguí,
pues más presto os conocí 480
por yerro tan acertado;
cual suele en el mar airado
la tempestad, después della
ver aquella lumbre bella;
así fue mi error la noche, 485 Petrarchism: cf. maritime image in Sonnets by
mar el río, nave el coche, Petrarch, Spenser, and Ronsard.
yo el piloto, y vos mi estrella.
Madre os seré desde hoy,
señor Conde Federico,
y deste nombre os suplico 485
FEDERICO.
Señor Marqués, yo quisiera
ser un Júpiter entonces,
y transformándome cerca
en aquel ave imperial,
aunque las plumas pusiera 565
a la luz de tanto sol,
ya de Faetonte soberbia,
entre las doradas uñas,
tusón del pecho la hiciera, [la = Casandra]
y por el aire en los brazos, 570
por mi cuidado la vieran
los del Duque, mi señor.
CASANDRA.
Mientras los dos hablan, dime
qué te parece, Lucrecia,
de Federico.
LUCRECIA.
Señora,
si tú me dieses licencia, 585
mi parecer te diría.
CASANDRA.
Aunque ya no sin sospecha,
yo te la doy.
LUCRECIA.
Pues yo digo...
CASANDRA.
Di.
LUCRECIA.
Que más dichosa fueras
si se trocara la suerte. 590
CASANDRA.
Aciertas, Lucrecia, y yerra
mi fortuna; mas ya es hecho,
porque cuando yo quisiera,
fingiendo alguna invención,
volver a Mantua, estoy cierta 595
que me matara mi padre,
y por toda Italia fuera
fábula mi desatino;
fuera de que no pudiera
casarme con Federico, 600
y así no es justo que vuelva
a Mantua, sino que vaya
a Ferrara, en que me espera
FEDERICO. ¡Qué necia imaginación!
BATÍN. ¿Cómo necia? ¿Qué tenemos?
FEDERICO. Bien dicen que nuestra vida
es sueño, y que toda es sueño,
pues que no sólo dormidos, 930
pero aun estando despiertos,
cosas imagina un hombre
que al más abrasado enfermo
con frenesí, no pudieran
llegar a su entendimiento. 935
BATÍN. Dices bien; que alguna vez
entre muchos caballeros
[...]
FEDERICO.
[...]
de sueños despiertos! ¿Yo 960
tal imagino, tal pienso?
¿Tal me prometo, tal digo?
¿Tal fabrico, tal emprendo?
No más ¡Extraña locura!
BATÍN. ¿Pues tú para mí secreto? 965
FEDERICO. Batín, no es cosa que hice,
y así nada te reservo;
que las imaginaciones
son espíritus sin cuerpo.
Lo que no es ni ha de ser 970
no es esconderte mi pecho.
BATÍN. Y si te lo digo yo,
¿negarásmelo?
FEDERICO. Primero
que puedas adivinarlo,
habrá flores en el cielo, 975
y en este jardín estrellas.
BATÍN. Pues mira como lo acierto:
que te agrada tu madrastra,
y estás entre ti diciendo...
FEDERICO. No lo digas, es verdad; 980
pero yo, ¿qué culpa tengo,
pues el pensamiento es libre?
BATÍN. Y tanto, que por su vuelo
la inmortalidad del alma
se mira como en espejo. 985
FEDERICO. Dichoso es el Duque.
BATÍN. Y mucho.
FEDERICO. Con ser imposible, llego
a estar envidioso dél.
Bien puedes, con presupuesto
de que era mejor Casandra
para ti.
FEDERICO. Con eso puedo
morir de imposible amor,
y tener posibles celos.
BATÍN.
¡O qué bien has negociado
la gracia del Duque!
FEDERICO. Espero
su desgracia, porque quiero
ser en todo desdichado;
que mi desesperación 1200
ha llegado a ser de suerte
que sólo para la muerte
me permite apelación.
(Acto II)
EDERICO. No es Aurora, que es engaño.
¿Pues quién es?
El mismo sol;
que desas Auroras hallo
muchas siempre que amanece.
¿Que no es Aurora?
Más alto 1445
vuela el pensamiento mío.
CASANDRA. ¿Mujer te ha visto y hablado,
y tú le has dicho tu amor,
que puede con pecho ingrato
corresponderte? ¿No miras 1450
que son efetos contrarios,
y proceder de una causa
parece imposible?
FEDERICO. Cuando
supieras tú el imposible,
dijeras que soy de mármol, 1455
pues no me matan mis penas,
o que vivo de milagro.
¿Qué Faetonte se atrevió
el sol al dorado carro,
o aquél que juntó con cera 1460
débiles plumas infausto,
que sembradas por los vientos,
pájaros que van volando
las creyó el mar hasta verlas
en sus cristales salados? 1465
¿Qué Belerofonte vio
en el- caballo Pegaso
parecer el mundo un punto
del círculo de los astros?
¿Qué griego Sinón metió 1470
aquel caballo preñado
de armados hombres en Troya,
fatal de su incendio parto?
¿Qué Jasón tentó primero
pasar el mar temerario, 1475
poniendo yugo a su cuello
los pinos y lienzos de Argos,
que se iguale a mi locura?
(ACTO II)
Toma mi consejo, Conde,
que el edificio más casto
tiene la puerta de cera; 1500
habla, y no mueras callando.
FEDERICO. El cazador con industria
pone al pelícano indiano
fuego alrededor del nido,
y él, decendiendo de un árbol 1505
para librar a sus hijos,
bate las
alas turbado,
con que más enciende el fuego
que piensa que está matando;
finalmente se le queman, 1510
y sin alas en el campo
se deja coger, no viendo
que era imposible volando.
Mis pensamientos, que son
hijos de mi amor, que guardo 1515
en el nido del silencio,
se están, señora, abrasando;
bate las alas amor,
y enciéndelos por librarlos.
Crece el fuego, y él se quema; 1520
tú me engañas, yo me abraso;
tú me incitas, yo me pierdo;
tú me animas, yo me espanto;
tú me esfuerzas, yo me turbo;
tú me libras, yo me enlazo; 1525
tú me llevas, yo me quedo;
tú me enseñas, yo me atajo;
(ACTO II)
CASANDRA.
No ha hecho en la tierra el cielo
cosa de más confusión
que fue la imaginación
para el humano desvelo. 1535
Ella vuelve el fuego en hielo,
y en el color se transforma
del deseo, donde forma
guerra, paz, tormenta y calma;
y es una manera de alma 1540
que más engaña que informa.
Estos escuros intentos,
estas claras confusiones,
más que me han dicho razones,
me han dejado pensamientos. 1545
¿Qué tempestades los vientos
mueven de más variedades
que estas confusas verdades
en una imaginación?
Porque las del alma son 1550
las mayores tempestades.
Cuando a imaginar me inclino
que soy lo que quiere el Conde,
el mismo engaño responde
que lo imposible imagino; 1555
luego mi fatal destino
me ofrece mi casamiento,
y en lo que siento consiento;
que no hay tan grande imposible
que no le juzguen visible 1560
los ojos del pensamiento.
Tantas cosas se me ofrecen
juntas, como esto ha caído
sobre un bárbaro marido,
que pienso que me enloquecen. 1565
Los imposibles parecen
fáciles, y yo, engañada,
ya pienso que estoy vengada;
mas siendo error tan injusto,
a la sombra de mi gusto 1570
estoy mirando su espada.
Las partes del Conde son
grandes, pero mayor fuera
mi desatino, si diera
puerta a tan loca pasión. 1575
No más, necia confusión.
Salid, cielo, a la defensa,
aunque no yerra quien piensa,
porque en el mundo no hubiera
hombre con honra si fuera 1580
ofensa pensar la ofensa.
Hasta agora no han errado
ni mi honor, ni mi sentido,
porque lo que he consentido
ha sido un error pintado. 1585
Consentir lo imaginado,
para con Dios es error
mas no para el deshonor;
que diferencian intentos
el ver Dios los pensamientos 1590
y no los ver el honor.
(ACTO III)
(Vase.)
FEDERICO. ¿Qué buscas, imposible pensamiento?
Bárbaro, ¿qué me quieres? ¿Qué me incitas?
¿Por qué la vida sin razón me quitas,
donde volando aun no te quiere el viento? 1800
Deten el vagaroso movimiento,
que la muerte de entrambos solicitas;
déjame descansar, y no permitas
tan triste fin a tan glorioso intento.
No hay pensamiento, si rindió despojos, 1805
que sin determinado fin se aumente;
pues dándole esperanzas sufre enojos.
Todo es posible a quien amando intente,
y sólo tú naciste de mis ojos,
para ser imposible eternamente. 1810
(CASANDRA entre.)
CASANDRA. Entre agravios y venganzas
anda solícito amor,
después de tantas mudanzas
sembrando contra mi honor
mal nacidas esperanzas. 1815
En cosas inaccesibles
quiere poner fundamentos,
como si fuesen visibles;
que no puede haber contentos
fundados en imposibles. 1820
En el ánimo que inclino
al mal, por tantos disgustos
del Duque, loca imagino
hallar venganzas y gustos
en el mayor desatino. 1825
Al galán Conde y discreto,
y su hijo, ya permito
para mi venganza efeto,
pues para tanto delito
conviene tanto secreto. 1830
Vile turbado, llegando
a decir su pensamiento,
y desmayarse temblando,
aunque, ¿es más atrevimiento
hablar un hombre callando? 1835
Pues de aquella turbación
tanto el alma satisfice,
dándome el Duque ocasión,
que hay dentro de mí quien dice
que si es amor no es traición; 1840
y que cuando ser pudiera
rendirme desesperada
a tanto valor, no fuera
la postrera enamorada,
ni la traidora primera. 1845
A sus padres han querido
sus hijas, y sus hermanos
algunas; luego no han sido
mis sucesos inhumanos,
ni mi propia sangre olvido. 1850
Pero no es disculpa igual
que haya otros males de quien
me valga en peligro tal;
que para pecar no es bien
tomar ejemplo del mal.
Éste es el Conde, ¡ay de mí! 1855
pero ya determinada,
¿qué temo?
FEDERICO. Ya viene aquí
desnuda la dulce espada
por quien la vida perdí. 1860
¡O hermosura celestial!
CASANDRA. ¿Cómo te va de tristeza,
Federico?
FEDERICO. En tanto mal
responderé a vuestra Alteza
que es mi tristeza inmortal. 1865
CASANDRA. Destiemplan melancolías
la salud; enfermo estás.
FEDERICO. Traigo unas necias porfías,
sin que pueda decir más,
señora, de que son mías. 1870
CASANDRA. Si es cosa que yo la puedo
remediar, fía de mí,
que en amor tu amor excedo.
FEDERICO. Mucho fiara de ti,
pero no me deja el miedo. 1875
CASANDRA. Dijísteme que era amor
tu mal.
FEDERICO. Mi pena y mi gloria
nacieron de su rigor.
CASANDRA. Pues oye una antigua historia,
que el amor quiere valor. 1880
Antíoco, enamorado
de su madrastra, enfermó
de tristeza y de cuidado.
(ACTO III)
FEDERICO. ¿Pues enojaráste?
CASANDRA. No.
FEDERICO. ¿Y tendrás lástima?
Sí. 1910
FEDERICO. Pues, señora, yo he llegado,
perdido a Dios el temor,
y al Duque, a tan triste estado,
que este mi imposible amor
me tiene desesperado. 1915
En fin, señora, me veo
sin mí, sin vos, y sin Dios;
sin Dios, por lo que os deseo;
sin mí, porque estoy sin vos;
sin vos, porque no os poseo. 1920
Y por si no lo entendéis,
haré sobre estas razones
un discurso, en que podréis
conocer de mis pasiones
la culpa que vos tenéis. 1925
Aunque dicen que el no ser
es, señora, el mayor mal,
tal por vos me vengo a ver,
que para no verme tal,
quisiera dejar de ser. 1930
En tantos males me empleo,
después que mi ser perdí,
que aunque no verme deseo,
para ver si soy quien fui,
en fin, señora, me veo. 1935
A decir que soy quien soy,
tal estoy, que no me atrevo,
y por tales pasos voy,
que aun no me acuerdo que debo
a Dios la vida que os doy. 1940
Culpa tenemos los dos
del no ser que soy agora,
pues olvidado por vos
de mí mismo estoy, señora,
sin mí, sin vos, y sin Dios. 1945
Sin mí no es mucho,
pues ya no hay vida sin vos,
que pida al mismo que me la da;
pero sin Dios, con ser vida,
¿quién sino mi amor está? 1950
Si en desearos me empleo,
y él manda no desear
la hermosura que en vos veo,
claro está que vengo a estar
sin Dios, por lo que os deseo. 1955
¡O, qué loco barbarismo
(ACTO III)
CASANDRA.
¡Agravios! ¿no bastan celos?
¿Casarte? ¿Estás, Conde, en ti?
FEDERICO.
El peligro de los dos
me obliga.
CASANDRA.
¿Qué? Vive Dios,
que si te burlas de mí, 2280
después que has sido ocasión
desta desdicha, que a voces
diga, ¡o qué mal me conoces!
tu maldad y mi traición.
FEDERICO.
Señora.
CASANDRA.
No hay que tratar. 2285
FEDERICO.
Que te oirán.
CASANDRA.
Que no me impidas.
Quíteme el Duque mil vidas,
pero no te has de casar.
(ACTO III)
(Entre el DUQUE acechando.)
DUQUE. Buscando testigos voy.
Desde aquí quiero escuchar;
que aunque mal tengo de oír,
lo que no puedo sufrir 2710
es lo que vengo a buscar.
FEDERICO. Oye, señora, y repara
en tu grandeza siquiera.
CASANDRA. ¿Cuál hombre en el mundo hubiera
que cobarde me dejara, 2715
después de haber obligado
con tantas ansias de amor
a su gusto mi valor?
FEDERICO. Señora, aun no estoy casado.
Asegurar pretendí 2720
al Duque, y asegurar
nuestra vida, que durar
no puede, Casandra, ansí;
que no es el Duque algún hombre
de tan baja condición, 2725
que a sus ojos, ni es razón,
se infame su ilustre nombre.
Basta el tiempo que tan ciegos
el amor nos ha tenido.
CASANDRA. ¡O cobarde mal nacido!2730 ,
Las lágrimas y los ruegos
hasta hacernos volver locas,
robando las honras nuestras,
que de las traiciones vuestras
cuerdas se libraron pocas, 2735
¿agora son cobardías?
Pues, perro, sin alma estoy.
(ACTO III)
FEDERICO. Criados que me acompañan.
No tengáis, señora, pena;
todos vienen a serviros. 350
(BATÍN sale con LUCRECIA, criada, en los brazos.)
BATÍN. Mujer, dime, ¿cómo pesas,
si dicen que sois livianas?
DUQUE.
Agora sabes, Ricardo,
que es la comedia un espejo, 215
en que el necio, el sabio, el viejo,
el mozo, el fuerte, el gallardo,
el rey, el gobernador,
la doncella, la casada,
siendo al ejemplo escuchada 220
de la vida y del honor,
retrata nuestras costumbres,
o livianas o severas,
mezclando burlas y veras,
donaires y pesadumbres. 225
In El castigo sin venganza:
Main plot:
The Casandra, Federico and the Duque
Secondary
plot: Aurora, Federico, the Marquis.
Tertiary (comic) plot (not reaching the level of true action: Batín and Lucrecia, Batín appearances throughout the play.
Now try to find out which the main,
secondary and tertiary plots, if any, are to be found in A Woman Killed with
Kindness.
AURORA.
Señor, disculpado estás; [Interlacing of plots]
yerro de Fortuna fue.
Pero la grave prudencia
del Conde hallará templanza
para que su confianza 690
tenga consuelo y paciencia;
aunque en esta confusión
un consejo quiero darte,
que será remedio en parte
de su engaño
y tu afición. 695
[ ]
Una ley, un amor, un albedrío,
una fe nos gobierna,
que con el matrimonio será eterna, 720
siendo yo suya, y Federico mió;
que aun apenas la muerte
osará dividir lazo tan fuerte.
[...]
Si le casas conmigo, estás seguro
de que no se entristezca
de que Casandra sucesión te ofrezca,
sirviendo yo de su defensa y muro.
Mira si en este medio
promete mi consejo tu remedio.
[...]
DUQUE.
[...]
Mi vida y honra aseguras;
y así te prometo al Conde, 745
si a tu honesto amor responde
la fe con que le procuras;
que bien creo que estarás
cierta de su justo amor,
como yo, que tu valor, 750
Aurora, merece más.