NOTA PRELIMINAR:

Las presentes traducciones no pretenden ser traducciones literarias, ni siquiera idiomáticamente correctas. Están dirigidas a facilitar la mejor comprensión del original, por lo que el profesor no duda en recurrir a las adiciones entre paréntesis, a la literalidad de algunos de sus elementos o a la introducción de todas aquellas notas explicativas a pie de página que considere necesarias.

 

 

 

HIMNO DE CAEDMON

 

Ahora debemos alabar                        al Guardián del reino de los cielos,

El poder del creador,                                   y su concepción,

La obra del Padre de Gloria;             cómo de todas las maravillas,

—El Dios eterno—                                  estableció el principio.

Primero creó                                        para los hijos [de la tierra]

El cielo como un tejado,                     el Santo Creador;

Luego la tierra media[1]              el Guardián del género humano,

El señor eterno,                                    posteriormente dispuso,

La tierra de los hombres,                      el Señor Todopoderoso.

 

 

 

BEOWULF

LA LLEGADA A HEOROT

 

Esto fue oído en su patria por uno de los seguidores de Hygelac

Un hombre de mérito entre los Geatas, las incursiones de Grendel;

Era en cuanto a viva fuerza el más destacado entre todos los hombres

Que andaban sobre la [faz] tierra en aquella época;

Fortaleza y linaje[2] [en él] reunidos.

                                                                        Dispuso que un cortador de las olas[3]

Digno del mar[4] fuese aparejado para él; al rey guerrero

Iría a buscar, dijo, sobre el recorrido del cisne,[5]

A ese señor de gran nombre, necesitado de hombres.

Los más sabios trataron de disuadirlo de su viaje

Apenas o nada en absoluto,[6] aunque les era muy querido;

Aguzaron su sed de aventuras, examinaron los augurios.

El príncipe ya había escogido a sus hombres

De entre la flor [y nata] del pueblo [de los Geatas], los más bravos de entre ellos

Que pudieran encontrarse, con catorce hombres

Fue en busca[7] de madera firme;[8] el experto en el mar[9] Beowulf

Los condujo directamente [bajando] hasta el borde de la tierra.

 

Corriendo el tiempo[10], [el barco] remontó al fin las olas,

Cerca del promontorio.[11] Guerreros equipados con arneses

Subieron a su proa; la fluyente marea revolvía

El mar con la arena, los soldados llevaban

Brillantes cotas de mallas al pie del mástil,

Arreos de guerra bien labrados; animosamente la arrastraron [la nave] hacia afuera

Nave bien reforzada con bandas de metal,[12] iniciando el ansiado viaje.

 

Mar adentro fue la nave , sobre un oceano encrespado,[13]

Barco como un pájaro, rompiendo mares,

Azuzada por el viento, con el cuello blanqueado

Hasta la que la curvada proa hubo arado el mar tan lejos

—con el sol a la derecha[14] durante el segundo día—

que pudieron ver la tierra columbrarse sobre la raya del horizonte,

luego el reflejo trémulo de los acantilados, montañas escarpadas detrás,

cabos que se elevan al cielo.

 

                                                            La travesía [estaba] terminada;

Acabada la vigilia. Los Geatas de la Tempestad

Se irguieron sobre la playa, ascendieron a pasos raudos,

Una maroma [yendo] a tierra, se entrechocaban los anillos de las mallas,

Vestiduras para la batalla. A Dios dieron gracias

Por el tranquilo trayecto sobre las saladas estelas.

 

 

 

ALISON

Entre marzo y abril,

Cuando brota el ramillete,

El pajarillo se alegra

Cantando a su manera [en su lenguaje].

Yo vivo en anhelo de amor

Por la más hermosa entre todas las cosas.

Me puede hacer dichoso,

Estoy a su merced.

Una generosa oportunidad me ha sido concedida,

[Y] sé que del cielo me ha venido.

De todas las otras mi amor se ha apartado

Y se posa sobre Alison.

 

El color de su pelo es bastante claro / hermoso[15]

Su rostro moreno, sus ojos negros;

Con sonrisa encantadora me sonríe;

De cintura pequeña y bien formada.

A menos que quiera aceptarme como suyo

Para ser su único compañero,

No quiero vivir por mucho tiempo.[16]

Y muerto caeré [a tierra].

Una generosa oportunidad me ha sido concedida, etc.

 

Por la noche, cuando doy vueltas y me despierto,

Por eso cada vez mis mejillas se vuelven más pálidas:

Señora, todo por vos

El anhelo me ha sobrevenido.

No hay hombre tan sabio en el mundo

Que toda su excelencia decir pueda;

Su cuello es más blanco que el cisne

Y [es] las más bella doncella de la ciudad

Una generosa oportunidad me ha sido concedida, etc.

 

Estoy todo exhausto de [tanto] cortejar,

Tan fatigado como el agua en el caz.

Por miedo de que alguien la aleje de mí

Largo tiempo he anhelado.

Mejor es sufrir durante algún tiempo,

Que lamentarse para siempre.

La más hermosa bajo el ropaje,

Escucha mi canción:

Una generosa oportunidad me ha sido concedida, etc.

 

 

 

LORD RANDALL

 

"¿Ay, dónde has estado Lord Randall, hijo mío?

¿Ay, dónde has estado, mi joven galán?"

"He estado en el bosque agreste, madre, haz pronto mi cama

Pues de cazar estoy fatigado y de buena gana me quisiera acostar."

 

"¿En donde comiste Lord Randall, hijo mío?

¿En donde comiste, mi joven galán?"

"Comí con mi fiel amada, madre, haz pronto mi cama

Pues de cazar estoy fatigado y de buena gana me quisiera acostar."

 

"¿Qué te dieron de comer, Lord Randall, hijo mío?

¿Qué te dieron de comer, Lord Randall, mi joven galán?"

"Anguila cocidas en caldo, madre, haz pronto mi cama

Pues de cazar estoy fatigado y de buena gana me quisiera acostar."

 

"¿Qué le ha pasado a tus perros de caza, Lord Randall, hijo mío?

¿ Qué le ha pasado a tus perros de caza, Lord Randall, mi joven galán?"

"Oh, reventaron y murieron, madre, haz pronto mi cama

Pues de cazar estoy fatigado y de buena gana me quisiera acostar."

 

"¡Ay que me temo que te han envenenado, Lord Randall, hijo mío!

¿ Ay que me temo que te han envenenado, Lord Randall, mi joven galán?"

"Ay, sí, me han envenenado, madre, haz pronto mi cama

Pues de cazar estoy fatigado y de buena gana me quisiera acostar."

 

 

 

SIR GAWAIN Y EL CABALLERO VERDE

 

Este rey residía en Camelot por Navidad:

Muchos y alegres caballeros eran allí sus invitados,

En torno a la Mesa Redonda como verdaderos hermanos dispuestos,

Con festejos y camaradería y regocijo libre de preocupaciones.

Allí hombres fieles contendían en muchos torneos,

Se reunían para justar estos nobles caballeros.

Luego se dirigían a la corte para bailar en corro.[17]

Pues la fiesta estaba en todo su apogeo durante quince días completos,

Con todo el yantar y el regocijo que los hombres pudieran imaginar,

Tal alegría y júbilo, glorioso de ver [oír].

Bravo tumulto durante el día y baile durante la noche.

Animados estaban sus corazones en salones y cámaras,

Estos señores y damas, pues dulce era la vida.

En placeres sin parangón pasaban sus días.

Los más nobles caballeros conocidos en la Cristiandad.

Y las más hermosas damas que hayan vivido nunca sobre la tierra.

Y él el más apuesto rey, que esa corte mantiene,

Pues esta gallarda compañía en su primera edad

Aún estaban.

El más feliz de entre los mortales,

Rey de la más noble voluntad afamado;

Muy lejos se habría de ir para encontrar

Tan determinado rey en su lugar.

 

Cuando el Año Nuevo era aún nuevo, apenas llegado la noche anterior,

Esta gallarda compañía dos veces fue servida,

Cuando el Rey y su compañía hicieron juntos su entrada,

Una vez finalizados y concluidos los cánticos en la capilla.

Los clérigos y toda la corte aclamaban la feliz estación,

Gritaban "¡[Feliz] navidad" de nuevo, buena nueva para los hombres;

Luego los galanes se reunían alegremente, para entrgar regalos en mano,

Los pedían a voces, los reclamaban con las manos

Disputaban larga y ruidosamente por estos regalos.

Las damas reían ruidosamente, aunque les tocara perder,

Y aquel que ganaba no se sentía enfadado, como bien podéis imaginar.

A todo este alborozo se entregaban hasta que se sirvió la comida;

Cuando se hubieron lavado [las manos] dignamente, tomaron asiento,

Los mejores se sentaron arriba, como mejor parecía,

Ginebra la agradable reina alegre en el medio

Sobre un estrado bien engalanado y debidamente dispuesto

Con costosas cortinas de seda, [y] con dosel por encima,

Ricos tapices de Tolosa y Turquestán,

Todos bordados y ribeteado con las mejores gemas

Nunca antes traídas a Gran Britania, con relucientes peniques

Pagadas.

Hermosa reina sin tacha,

Miraba con ojos de azul.

Que una más hermosa había visto alguna vez

En verdad, ningún hombre podría decirlo.

 

 

 

Geoffrey Chaucer

THE GENERAL PROLOGUE

EL ESCUDERO

 

Con él su hijo estaba, un joven escudero,

Un amador y un lozano joven,

Con guedejas rizadas como si las hubiera tenido en la prensa

De veinte años era de edad, según creo.

En cuanto a su estatura era de tamaño regular

Y maravillosamente activo y de gran fuerza

Y ya habia estado alguna vez en caballería,

En Flandes, en Artois y en Picardía

Y se comportó bien, para el corto servicio

Con la esperanza no perder la gracia de su dama.

Luciendo bordados como si fuera un prado

Todo lleno de frescas flores, blancas y rojas.

Cantando estaba o silbando[18] todo el día:

Era tan fresco como lo es el mes de mayo.

Corto era su manto, con bocamangas largas y anchas.

Bien sabía él sentarse sobre una montura y cabalgar muy bien.

Sabía hacer canciones y bien componer [versos],

Justar y también bailar y bien dibujar y escribir.

Tan ardientemente amaba que por la noche

No dormía más que un ruiseñor.

Era cortés, humilde y servicial

Y trinchaba la carne ante su padre a la mesa.

 

 

 

Sir Thomas Malory

LA MUERTE DE ARTURO

Libro XX, Capítulo IV,

Cómo Sir Lanzarote mató a Colgrevance y se armó con su equipo y después mató a Sir Agravante y a diez de sus compañeros.

 

Y en consecuencia Sir Lanzarote arrebujó su manto sobre su brazo bien y aseguradamente, y mientras tanto los otros se habían hecho de un gran banco que habían sacado del salón, y con él se lanzaron sobre la puerta. Amables señores, dijo Sir Lanzarote, dejad vuestro ruido y vuestro ímpetu, y yo abriré esta puerta, y entonces podéis hacer de mi lo que gustéis. Sea pues, dijeron ellos todos, y hacedlo así, pues no os aprovechará nada esforzaros contra todos nosotros; y así pues franqueadnos la entrada a esta cámara, y os perdonaremos la vida hasta que vengas a presencia del rey Arturo. Entonces Lanzarote descorrió la barra de la puerta, y con la mano izquierda la mantuvo abierta un momento, de tal forma que sólo un hombre pudierea pasar cada vez; y fue así que entró dando una zancada un buen caballero, un hombre de valía y de gran estatura, y su nombre era Colgrevance de Gore, y con una espada fue a golpear a Sir Lanzarote con gran fuerza; y éste desvíó el golpe, y le dio tal puñada sobre el yelmo, que al punto cayó muerto hacia el lado de dentro de la puerta de la cámara. Y entonces Sir Lanzarote con la ayuda de la reina y de sus damas se armó ligeramente con la armadura de Sir Colgrevance.

Y en tanto permanecían Sir Agravain y Sir Mordred gritándole: caballero traidor, salid de la cámara de la reina. Dejad vuestro alboroto, dijo Sir Lanzarote a Sir Agravain, porque sabed bien, Sir Agravain, que no me haréis prisionero esta noche; y por tanto, si os dejáis aconsejar por mí, idos todos vosotros de la puerta de esta cámara, y no forméis ese griterío y esa manera de escándalo que estáis formando, pues yo os prometo por mi honor de caballero que si partís y no hacéis más ruido, yo mañana mismo apareceré ante todos vosotros delante del rey, y entonces ha de verse quién de todos vosotros, o bien todos vosotros, será quien me acuse de traición; y allí os daré satisfacción, como debe hacerlo un caballero, de que hasta aquí vine a la reina no por modo alguno de mala intención, y eso lo probaré y lo haré bueno sobre vosotros con mis manos. La vergüenza caiga sobre ti, traidor, dijeron Sir Agravain y Sir Mordred, te capturaremos a pesar de tus intentos, y te mataremos si nos place; pues te hacemos saber que tenemos la opción de parte del rey Arturo de perdonarte o de matarme. Ah, señores, dijo Sir Lanzarote, ¿no hay ningún otro favor que pueda esperar de vos? Pues defendeos.

Y así entonces Sir Lazarote abrió del todo la puerta de la cámara, y poderosa y caballerescamente se lanzó a grandes zancadas entre ellos: y enseguida del primer golpe mató a Sir Agravain. Y a doce de sus compañeros posteriormente, en un breve espacio de tiempo después, les hizo caer yertos sobre la tierra, pues no hubo ninguno de los doce que pudiera aguantarle un golpe a Sir Lanzarote. También hirió Sir Lanzarote a Mordred, y éste huyó con todo su poder. Y entonces Sir Lanzarote volvió de nuevo junto a la reina, y dijo: Señora, ahora debéis saber bien que todo nuestro fiel amor es venido a su fin, porque ahora el rey Arturo será para siempre mi enemigo; y por tanto, señora, si os place que os lleve conmigo, os salvaré de toda clase de peligrosos avatares. Esto no es lo mejor, dijo la reina; me parece ahora que habéis causado tanto daño, que será mejor que sigáis adelante por vuestra cuenta. Y si veis que mañana me quieren poner en peligro de muerte, entonces podéis rescatarme como mejor os parezca. Bien lo haré, dijo Sir Lanzarote, porque, no alberguéis duda, en tanto viva os rescataré. Y luego la besó, y se dieron el uno al otro un anillo; y así dejó a la reina y fue a sus aposentos.

 

 

 

 

 

Edmund Spenser

LA REINA DE LAS HADAS

CANTO I

 

I

Un noble caballero cabalgaba por la llanura

Revestido de poderosa armadura y escudo de plata,

En donde áun permanecían las abolladuras de profundas heridas,

Las crueles marcas de muchos sangrientos campos;

Sin embargo armas hasta ese momento nunca había esgrimido:

Su impaciente corcel se resentía de su espumeante bocado,

Como si mucho rehusara someterse al freno:

Muy ufano caballero parecía y hermosamente se sentaba [sobre la cabalgadura]

Como alguien apropiado para justas y fieros encuentros.

 

II

Pero sobre su pecho una sangrienta cruz portaba,

El querido recuerdo de su Señor agonizante,

Por cuya dulce causa vestía esa gloriosa divisa,

Y tanto muerto como vivo siempre lo adoraba:

Sobre su escudo lo mismo estaba también marcado,

Por la esperanza soberana, que en su ayuda tenía:

Del todo lealmente fiel le era de obra y de palabra,

Pero en su semblante parecía gravemente preocupado;

Sin embargo nada temía, sino que siempre era temido.

 

III

En una gran aventura estaba comprometido,

Que la excelsísima Gloriana le había asignado,

Esa excelsísima Reina de las Tierra de las Hadas,

Para hacerle ganar honor y obtener su gracia,

Que de todas las cosas terrenales, era lo que [él] más ansiaba;

Y siempre que cabalgaba su corazón anhelaba

Probar su poder en brava batalla

Sobre su enemigo, y su nueva fuerza aprender [a usar];

Sobre su enemigo, un Dragón horrible e implacable.

 

IV

Una encantadora doncella cabalgaba junto a él,

Sobre un humilde asno más blanco que la nieve,

Sin embargo mucho más blanca ella, pero tal cosa[19] la ocultaba

Bajo un velo, que le caía en pliegues hasta abajo del todo,

Y sobre todo [ello] una negra estola se había puesto,

Como alguien que interiormente lloraba:[20] tan triste estaba,

Y apesadumbrada se sentaba sobre su lento palafrén:

Parecía que en su corazón algún escondido cuidado tenía,

Y junto a ella, de una cuerda, un cordero blanco como la leche llevaba.

 

 

 

William Shakespeare

LA TEMPESTAD

(Acto I, Escena ii, versos 66-119)

 

  x      /     x     x     x     /    x    /        x    /  (x)

My brother, and thy uncle, call’d Antonio—

x    /      x       /       x      /   x    /    x        /

I pray thee, mark me, that a brother should

x    /   x   /    x         /       x        /     x    /

Be so perfidious!— he whom next thyself

x    /   x       /     x    /        x   x   x     /

Of all the world I lov’d, and to him put

x       /      x   x  x     /      x   x   x      /

The manage of my state; as at that time

     x        /     x    /   x   x   x  /      x     /

Through all the signories it was the first,

 

 

PROS.

Mi hermano y tu tío, llamado Antonio...

(Te lo ruego, fíjate bien, ¡Que un hermano

Fuera tan pérfido!), aquél que tras de ti

Yo amaba sobre todo, y al que puse

En el manejo de mi estado, ya que en ese tiempo

De entre todas las señorías era el primero

(Y Próspero el primer duque, siendo tan reputado

En dignidad, y en cuanto a artes liberales

Sin igual; siendo ambas[21] toda mi atención)...

El gobierno precipité sobre mi hermano

Y así me hice extraño a mi reino, estando embargado

Y embebido en mis secretos estudios. Tu falso tío...

¿Me escuchas?

MIR.

Con el mayor de los cuidados.

PROS.

Una vez que se hizo experto en conceder solicitudes,

En denegarlas, en a quién favorecer y a quién

Mantener a raya por sobresalir en demasía, hizo de nuevo

Las hechuras[22] que eran mías, fijate bien, o las cambió,

O, si no, de nuevo las formó; teniendo tanto la llave

De secretario como del mismo secreter, puso a bailar los corazones todos del estado

Al son que más placía a sus oídos; hasta tal punto que era entonces

La yedra que ocultaba a todos mi tronco principesco

Y sorbía mi verdor.[23] ¿Es que no me atiendes?

MIR.

Mi buen señor, sí que lo hago.

PROS.

Te lo ruego, atiéndeme.

Yo así descuidando el interés mundano, del todo dedicado

Al enclaustramiento y al provecho de mi espíritu,

Con todo lo que, excepto por estar tan retirado,

Sobrepasaba la común estimación, en mi falso hermano

Desperté una naturaleza maliciosa; y mi buena fe,

Como un buen progenitor, engendró de él

Una falsedad en su contrario,[24] tan grande

Como era mi fe; la cual en verdad era sin límite,

Una confianza sin confines. Él, estando así enseñoreado,

No sólo con lo que mis ingresos[25] le rendían

Sino con lo que por otra parte podría[26] demandar con mi poder, como uno

Que teniendo en custodia, de tanto invocarla,[27]

Hizo un tal pecador de su memoria,[28]

Que a su propia mentira llega a dar crédito; él creyó en efecto

Que era el Duque en verdad; a partir de la substitución,[29]

Y ejecutando sólo la apariencia externa de la realeza,

Con todas sus prerrogativas... De aquí creciendo su ambición...

¿Me oyes?

MIR.

Vuestra historia, señor, curaria la sordera.

PROS.

Para no tener estorbo[30] entre el papel que él ejercía

Y aquél en lugar del que lo ejercía, se le hace imprescindible

Ser del todo el Duque de Milán. Para mí, pobre diablo, mi biblioteca

Era un ducado lo bastante grande: de las obligaciones temporales de la realeza

Me considera incapaz ahora; se confabula,

Tan sediento estaba de poder, con el Rey de Nápoles

Para rendirle anual tributo y serle feudatario,

Someter su coroneta[31] a su corona, y doblegar

El Ducado, hasta ahora nunca inclinado,—¡Ah, dolor, triste Milán!—

El rebajamiento más innoble.

MIR.

¡Ay Cielos!

PROS.

Considera bien qué índole la suya, y lo que hizo; y después dime

Si éste puede ser mi hermano.

MIR.

Pecaría

Si pensara de otra forma que no fuera noblemente de mi abuela:

Vientres nobles a veces dan a luz hijos perversos.

 

 

 

John Milton

EL PARAÍSO PERDIDO

(Libro IV, versos 32-88)

 

“Oh tú, que de insuperable gloria coronado,

Miras desde tu único dominio como el dios

De este nuevo mundo—a cuya luz los astros todos

Ocultan sus menguadas cabezas—, a tí te invoco,

Pero con voz no amiga, y añado tu nombre,

Oh sol, para decirte cómo odio tus rayos,

Que me hacen recordar desde qué estado

Caí; qué glorioso una vez por encima de tu esfera

Hasta que el orgullo y la ambición peor me despeñaron,

¡Guerreando en el cielo contra el intachabel Rey del Cielo!

¿Ah, y para qué? No merecía tal pago [Áquel]

De mí, a quién creó como [entonces] era

En aquella brillante eminencia, y con Su bondad

A nadie reprochaba; ni era duro Su servicio.

¿Qué menos podía hacerse que alabarle,

La más fácil recompensa, y darle gracias.

¡Qué justo! Y sin embargo todo su bien provóse mal en mí

Y no forjaba yo sino malicia. Levantado tan alto

Desdeñé la sujeción, y pensé que un paso más alto

Me haría el más alto, y en un momento me libraría

De la deuda inmensa de inmensa gratitud,

Tan onerosa, siempre pagándola, y siempre a deber;

Olvidado de lo que yo de él aún recibía;

Y no entendiendo que un alma agradecida

Al deber no debe, sino que paga, al mismo tiempo

Endeudado y libre [de su deuda]—¿qué carga pues?

Oh, si ordenado hubiera Su destino poderoso

Que yo fuera un ángel ínfimo, hubiera permanecido

Feliz entonces; ninguna esperanza desatada hubiera alzado

La ambición. Sin embargo, ¿por qué no?, alguna otra potestad

Tan grande podría haber aspirado, y yo, aunque mezquino,

[podría haber sido] Arrastrado a su partido. ¡Pero otras tan grandes potestades

No cayeron, sino que inconmovibles aguantaron, desde dentro

Y desde fuera contra toda tentación armados!

¿No tenías tú acaso el mismo libre albedrío y el poder de resistir?

Lo tenías. ¿A quién tienes entonces que acusar o a qué,

Cuando el libre amor del cielo trató a todos por igual?

Sea entonces maldito Su amor, puesto que, amor u odio,

Lo mismo para mí, pesar eterno me reporta.

Mas no, maldito seas tú; puesto que tu voluntad contra la Suya

Libremente escogió lo que ahora tan justamente duele.

¡Mísero de mí! ¿Por qué camino escaparé

a la cólera infinita y al infinito desespero?

Dondequiera que huya es el Infierno; yo mismo Infierno soy;

Y, en la profundidad más honda, una profundidad más honda

Amenazando aún con devorarme se abre inmensa,

Por comparación con la cual el Infierno que sufro parece un Cielo.

¡Oh, cede, pues, un poco al fin! ¿No queda ya lugar

Para el arrepentimiento?, ¿para el perdón no queda?

Ninguno si no es con sumisión; y esa palabra

El desdén me la prohibe, y mi temor a la vergüenza

Entre los espíritus de abajo, a quienes seduje

Con otras promesas y alardes otros

Que los de someterme, jactándome de que someter podría

Al Todopoderoso. ¡Ay de mí! Qué poco saben

Cuán caramente sufro esa tan vana jactancia,

Bajo qué tormentos en mi interior yo gimo. [...]”

 

 

 

 



[1] Expresión anglosajona popularizada por Tolkien en su El señor de los anillos. En su acepcion original anglosajona a la tierra se la llama "media" porque está justo entre el cielo (arriba) y el infierno (abajo).l

[2] Es decir, Beowulf reunía en sí la nobleza heredada de sus antepasados (sangre) y el poderío físico; esto es, nobleza y poder.

[3] "Kenning" anglosajón para indicar una nave, pues las naves cortan las olas con la quilla.

[4] Perífrasis para indicar que era un buen barco, preparada para afrontar la navegación en las difíciles condiciones de los mares del norte.

[5] Tìpico "kenning" anglosajón, a veces traducido al ingés moderno como "swan's road" o "swan's path" y que suele alternar en la literatura inglesa con otro muy común "the whale's path" para referirse al mar.

[6] Figura típica de la retórica anglosajona conocida como litotes, se establece una afirmación atenuada o un negación de un término negativo para afirmar algo con menos fuerza. Ejemplo típico: "Es una chica que no está mal"

[7] Perífrasis muy común en anglosajón para indicar "se dirigió", "se encaminó".

[8] Otro kenning para indicrar un barco.

[9] Otra perífrasis para indicar que Beowulf era un marino avezado o consumado.

[10] "Llegado el tiempo" sería otra forma de decirlo más idiomáitca en español.

[11]  Se supone que es se está hablando del fiordo o bahía en donde, posiblemente en una playa arenosa, deberían embarcar los guerreros.

[12] "abrazaderas".

[13] Con olas.

[14] Posiblemente quiere decir que llegaron todavía de día. El sol estaba a su derecha, lo que, teniendo en cuenta que viajaban hacia el sur, indicaba que ya había pasado el mediodía, pero todavía no era de noche. Otra traducción al inglés modernos (en la Norton Anthology por F. Klaeber)  es "until at good time on the second day the curved prow had come…", lo que refuerza esta interpretación.

[15] No se puede decir con completa seguridad que "fair" signifique aquí claro o rubio. Pudiera ser simplemente "hermoso". Para referirse a apariencia corporal en general, esta palabra significa "bello/a", "hermoso/a".  Aplicado al pelo o a la piel "fair" significa "claro", pero el OED indica que este significado aparentemente no es de un origen muy temprano y la primera cita que ofrece para "fair" relacionado con pelo o coloración de la piel (II.6) es de 1551. Sin embargo, su aparición junto a "On hew hire heer…" parece apuntar al primer significado. El editor de The Norton Anthology of English Literature (3º edición) da por seguro que se trata de un retrato anticonvencional de una "black-eyed brunette".

[16] Literalmente: "A vivir mucho tiempo renunciaré".

[17] Carol = un antiguo baile que se bailaba en corro.

[18] Otra interpretación posible es "tocando la flauta".

[19] "The same" = "lo mismo", "tal cosa", es decir la blancura de la doncella.

[20] El sentido de "mourned" también puede ser "guardaba luto".

[21] En el sentido de “estas dos cosas”.

[22] En el español del siglo XVII “hechura”, equivalía perfectamente al término inglés “creature”, es decir, un siervo incondicional, un esbirro dependiente de su señor de quien es “hechura” o “criatura”.

[23] En el sentido de savía, principio vital, poder.

[24] Es decir, una falsedad de la mala fe (el contrario de la buena fe de Próspero).

[25] Ganancias, ingresos fijos, disfrute, usufructo, pero aquí en el sentido de prerrogativa, poder efectivo y real que ejercía Próspero como duque y su hermano como delegado de él. A partir de aquí se produce un juego de palabra economicista que se refiere a que su hermano no se conformaba sólo con el usufructo normal que le ofrecía el cargo que estaba ejerciendo en nombre de su hermano, sino que (veáse el verso

siguiente) se sintió tentado por la posibilidad de conseguir de los súbditos o tasar (estableciendo nuevas fuentes de impuestos o poder) aprovechando el poder de ser duque en lugar de su hermano.

[26] Hay que tener en cuenta que “exact taxes (from people) / payment (from a debtor)” significa exigir el pago de los impuestos o la satisfacción de una deuda por apremio, para comprender que se está sugiriendo que la ambición de Antonio puede ser, además de corrupta, tiránica para el Ducado de Milán.

[27] El antecedente de “airearla” o “contarla” a unos y a otros es catafórico, es decir, va más adelante en vez de ir anteriormente (referencia anafórica); se refiere concretamente a “lie”(“mentira” en mi traducción) que va dos líneas más adelante.

[28] Es decir, se engañó tanto, hizo a su memoria tan mentirosa o falsa (“pecadora”) que olvidó los verdaderos hechos: que el poder no le pertenecía, sino que sólo lo ejercía por delegación).

[29] Es decir, “al haberme substituido en el cargo, llegó a creer en verdad que él era el Duque”.

[30] La palabra exacta que utiliza Shakespeare es “pantalla”, en el doble sentido (en un juego de palabras complicado que no podemos explicar aquí), de “estorbo” y “cortina” que oculta la auténtica naturaleza de la detentación de la realeza de Próspero.

[31] Es decir, su corona ducal, de menor estatus que la corona real del Rey de Nápoles.