HEMISFERIOS DE MAGDEBURGO

 
   Código de catalogación:
   F27

   Dimensiones:
   9.8 cm x 9.8 cm x 23.8 cm

   Materiales:
   Bronce 

    Datación:
   Último cuarto siglo XIX

   Inventor:
   Otto von Guericke (1602 - 1686)

   Autor catalogación:
   J.A. Maroto


 
Descripción:

        Las esferas de Magdeburgo constan de dos semiesferas de metal huecas cuyos bordes ajustan perfectamente; la semiesfera superior termina en una anilla dispuesta para tirar de ella al realizar la experiencia (ver fotografía), mientras que la inferior comunica, por medio de una llave, con el exterior, terminando en una rosca hueca que se puede atornillar a una base a fin de mantener el aparato en posición vertical durante su almacenamiento. 

        El nombre de hemisferios de Magdeburgo viene a recordar la experiencia realizada por su inventor, Otto von Guericke, en 1654 en la ciudad de Magdeburgo ante el emperador Fernando III, con el fin de evidenciar la fuerza ejercida por la presión atmosférica. Cuando se unieron las semiesferas y les fue hecho el vacío dentro, la presión exterior del aire las mantuvo unidas con tanta fuerza que equipos de caballos enganchados a cada semiesfera fueron incapaces de separarlas tras sus inmensos, aunque vanos, esfuerzos. Sin embargo, cuando el aire entró de nuevo en la esfera, éstas se separaron por sí solas. 

Aplicaciones didácticas:

       Se desatornilla la semiesfera inferior de la base y la rosca, ya a la vista, se conecta a la bomba de vacío mediante un tubo de goma. Se engrasan bien los bordes de las semiesferas y se unen, se abre la llave y se pone en funcionamiento la bomba de vacío. Al cabo de unos treinta segundos se apaga la bomba, se cierra la llave, se invierten las semiesferas y de la anilla situada ahora en la semiesfera inferior se suspende una gran pesa de plomo mediante una cuerda. Con una mano se sostiene la semiesfera superior, asiendo el tubo de metal donde queda la llave. En estas condiciones, o ejerciendo otras fuerzas aún más intensas, resulta imposible separar ambas semiesferas. Sin embargo, al abrir la llave y permitir la entrada del aire del exterior, se advierte que las semiesferas se separan sin esfuerzo.