Adarve..., n.º 1 (2006)                                                                                                                              Pág. 22

Juan FRAU

Glosa

Portada             Índice             Página anterior             Página siguiente

GLOSA

 

ni vuelve atrás, ni aguarda, ni tropieza

(Quevedo)

 

no hallar de lo que fue lo semejante

(Lope)

 

El viento no ha mordido en lo más mínimo

la línea descarada de tu tallo,

ni ha tocado tus pétalos, que siguen siendo hermosos,

pero ya no hay color en vuestro gesto,

no hay brillo, ni perfume,

ni el vuelo presto de la edad ligera.

 

Siento un frío que sopla de tu lado,

un invierno creciente

de flores desvaídas, sin memoria,

que ni vuelve, ni aguarda, ni tropieza.

Tú y ello juntamente me dejáis

desolado y perplejo, y me pregunto

 

qué se han hecho tus risas,

tus lágrimas y sueños, qué se hicieron;

¿es el tiempo, ladrón, quien lo ha robado,

quien ha roto el cristal luciente de tu aurora,

o es que tú lo has perdido o tú lo has roto

sola y dormida y sola?

 

El caso no es tan fácil;

habría que llamar a un detective

que resuelva el misterio y nos aclare

por qué de lo que fue no hay semejanza

y dónde se ha escondido

el antiguo futuro de tus ojos.

 

La coartada del tiempo es la más sólida:

cuando todo pasó se encontraba cubriendo

de nieve hermosas cumbres; asegura