Adarve..., n.º 1 (2006)                                                                                                                              Pág. 31

Pablo GARCÍA CASADO

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CENA

para Alberto Tesán

 

Se les llena la boca cuando hablan de la casa. Cuando hablan de dinero y del esfuerzo en ganarlo. Ella pasea entre sus cosas como una reina. Señala los manteles, los platos, cada paño que atesora en los muebles de la cocina. Él nos ofrece una cerveza, la humedad de la copa es el sudor de su frente. Hay que hincar las rodillas y agachar la cabeza, dirá él, mucho más tarde. Pero ahora dan gracias a Dios por estar como están, por tener lo que tienen. Pasta fresca, queso de untar, un rioja discreto que apuramos como delicia.

 

 

SUPERVIVENCIA

 

Devora en silencio las sobras del día anterior. Patatas frías que no comió el niño, pan, un poco de agua, es suficiente. No has vendido nada, ¿verdad? El eco de las palabras rebota en los electrodomésticos. Hace años habría temblado de pánico sólo con escuchar estas palabras, pero el tiempo cubre las cosas de una espesa capa de normalidad.

 

 

VILLA MAGNA

 

Le gusta rodearse de cosas bellas. Se sienta a nuestro lado y nos ofrece el mar que se abre desde la terraza. Habla del mar como si fuera suyo. Los hombres entran con bebidas y las mujeres sonríen a las insinuaciones, yo empecé así, como vosotros, dice. El viento casi vuela las copias del contrato, ni siquiera ha mirado las cláusulas, no estáis en condiciones de exigir nada. Cuando salimos, los perros se abalanzan sobre nosotros, alguien nos dice tranquilos, no muerden, sólo quieren jugar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[Aunque los poemas “Cena”, “Supervivencia” y “Villa Magna” no han sido objeto de estudio crítico, su calidad de inéditos nos ha decidido a publicarlos]