Adarve..., n.º 1 (2006)                                                                                                                              Pág. 33

Raúl LÓPEZ REDONDO

Portada             Índice             Página anterior             Página siguiente

inocente o culpable como cualquier otro y sólo en la manera de llevarlo a cabo, en este caso mejor diríamos, de perpetrarlo, establecemos las diferencias: “el mismo tacto que otros: anónimo, duro, mecánico”, es decir, frío, sin sentimientos, sin particularidades personales, sin nombre, todos los hombres son el mismo, un desconocido que “sin a penas rubor / sin reparo al modo” sin importarle el acto, “cosa-por-detrás”, que ostenta claramente una posición de dominio, que puede vejar a una mujer o a un hombre, por no ser práctica sexual normalizada, “date la vuelta”, por no ser su “uso” correcto, sin reparar en la manera de lograr “el encaje”, sin pararse en dudas, “directo al centro”, solucionando los obstáculos con fría determinación violenta, “sólo tres golpes uno / gemido dos cerrar los ojos tres gritar”; una sola palabra cálida, tópica y manida, asociada a la urgencia de la acción: “ábrete cariño”; pero no hay cariño, no hay caricias o mimos que atenúen o hagan amor, que endulcen “el mismo tacto / que otros anónimo duro mecánico”, ante ello sólo una vía de escape: negarle cualquier realidad, fugarse, “cierra los ojos”, “gritar”, “cerrar los ojos tres gritar / gritar no sentir nada nada”.

 

TRAVELLING

      Una pequeña road movie donde viajamos de lo más particular, “mamá diciendo adiós”, a lo más general, “américa”, iniciando un zoom trepidante, una serie jerarquizada y distanciadora en este perfecto travelling, es decir, desplazándose la cámara encima de unos raíles sobre los que se avanza y se van doblando esquina tras esquina, alejándose del barrio residencial o clase media acomodada, hasta distanciarse, salir (mi casa, el jardín, las flores de la casa de los bradley, el cruce con la avenida lincoln, Jane Fonda anunciando, postes de telégrafo, reclutas que besan a su novia, casas pequeñas, negros, fábricas del extrarradio, sembrados, pequeños regadíos, autopista, el límite del estado, américa).

      Nuestra ‘premeditación’ es la que nos hace valorar, hacer juicios de valor, como en “Uso”, como en “Paddy”; pero somos únicamente nosotros quienes pre-juzgamos. Unas pequeñas pinceladas nos hacen suponer de forma inconsciente qué hay antes y después de este travelling. Existe un propósito consciente, un esfuerzo premeditado por dejar desprovisto, despojar al poema de cualquier atisbo de sentimiento, cualquier valoración moral, cualquier toma de posición o moraleja; sólo el dato frío. Aun así “se filtran” siempre algunas

(Continúa en la página 34)