En la mayoría de las células, la oxidación de los glúcidos no se utiliza para producir energía.
A los glúcidos también se les denomina carbohidratos porque muchos de ellos responden a la fórmula química Cn(H20)n.
Ningún glúcido contiene nitrógeno, fósforo o azufre.
Los glúcidos son compuestos más reducidos que los lípidos.
El glucógeno es un polisacárido de origen vegetal que constituye una gran proporción de los glúcidos ingeridos con la dieta.
La lactosa es un disacárido nutricionalmente sin importancia para los mamíferos.
La sacarosa es muy abundante en la fruta.
Los humanos no son capaces de sintetizar glúcidos y por eso tienen que ingerirlos en grandes cantidades.
Los glúcidos se absorben en el epitelio intestinal en forma de monosacáridos y al primer ógano al que llegan vía sanguínea es al hígado.
Los glúcidos pueden tener función hormonal.
Los glúcidos pueden ser elementos estructurales de células y tejidos.
Los glúcidos pueden participar en la señalización celular.
Los glúcidos pueden ser coenzimas.
Los disacáridos están formados por dos unidades de monosacáridos unidos por un enlace N-glicosídico.
Los polisacáridos están constituidos por largas cadenas de unidades de monosacáridos unidos entre sí a través de enlaces O-glicosídicos y en su estructura pueden existir multitud de extremos reductores.
La glucosa es el monosacárido más abundante en la naturaleza.
El glucógeno y el almidón son los polisacáridos de reserva de glucosa en organismos vegetales y animales, respectivamente.
El grupo carbonilo en una cetosa se encuentra en un carbono primario y en el caso de una aldosa se encuentra en un carbono secundario.
La cetohexosa más abundante en la naturaleza es la D-fructosa.
Las cetopentosas D-ribosa y 2-desoxi-D-ribosa son muy abundantes.
La galactosa es el epímero en 2 de la glucosa.
El gliceraldehido y la dihidroxiacetona tienen un átomo de carbono asimétrico.
Los grupos aldehidos y cetonas, en disolución, pueden reaccionar con el alcohol que se encuentra en el penúltimo carbono más alejado de la cadena, para formar un hemiacetal intramolecular generando formas cíclicas o anillos, furanósicos en el caso de la fructosa, o piranósicos, en el caso de la glucosa.
En la representación de Hayworth, la α-D-glucopiranosa, el grupo OH del carbono 1 se encuentra por encima del plano definido por los átomos de carbono de la molécula
En cualquiera de las representaciones de Hayworth de la β-D-fructosa el carbono 1 se encuentra por debajo del plano que conforma el anillo.
El anillo del pirano es un anillo hexagonal que presenta seis átomos de carbono en sus vértices.
El anillo del furano es un anillo pentagonal que presenta cuatro átomos de carbono y un oxígeno en sus vértices.
Como consecuencia de la formación de las fórmulas cíclicas se genera un nuevo carbono asimétrico y dos nuevos isómeros, el isómero alfa y el isómero beta.
Para nombrar un disacárido siempre se empieza colocando a la izquierda el monosacárido que aporta el extremo no reductor al enlace glicosídico.
La lactosa tiene la siguiente estructura: Gal (β1→4) Glc.
La maltosa tiene la siguiente estructura: Fru α (1→4) Glc.
La sacarosa tiene la siguiente estructura: Fru α (1→2) Glc β.
La reacción inversa a la formación del enlace glicosídico es la hidrólisis de éste.
El glucógeno es un polímero constituido por moléculas de glucosa que se unen entre sí por enlaces α (1→6) formando cadenas lineales que pueden ramificarse gracias a la formación de enlaces α (1-4).
La estructura del glucógeno permite una rápida movilización de las unidades de glucosa que lo constituyen.
El glucógeno tiene una masa molecular variable, en torno a 10,000.000 Da, y en el núcleo de su estructura se encuentra la glucogenina.
El glucógeno actúa en el hígado como molécula almacén de glucosa para mantener la glucemia sanguínea.
El almidón es el polisacárido de reserva de glucosa en organismos vegetales y está constituido por amilosa y amilopectina.
La amilopectina es un polímero lineal y la amilosa un polímero ramificado parecido al glucógeno.
La celulosa es un polisacárido constituido por moléculas de glucosa unidas por enlaces β (1→4) que se unen formando largas cadenas lineales extendidas que forman estructuras planas al unirse por puentes de hidrógeno
En el hombre, las enzimas digestivas degradan la celulosa, generando oligosacáridos y monosacáridos que son absorbidos en el intestino, de ahí su importancia en la dieta.
El almidón se encuentra abundantemente en las semillas de los cereales, los tubérculos y las frutas no maduras, constituyendo una parte esencial de nuestra dieta.
La n-acetilglucosamina es el monómero a partir del cual se forma la quitina, homopolisacárido estructural similar a la celulosa.
La n-acetilglucosamina y el ácido n-acetilmurámico forman parte de la estructura del peptidoglucano de las paredes celulares de bacterias gram-positivas.
Las glucoproteínas son muy abundantes en células eucariotas y pueden formarse por uniones O-glucosídicas o N-glucosídicas.